Vamos a hablar de mercenarios, pero mercenarios en los siglos XIV y XV y concretamente en esa aglomeración de repúblicas, ducados, ciudades y villas que era la Italia de los albores del Renacimiento.  

Por una simple cuestión temporal comenzaremos con el condottiero Giovanni Acuto o, mejor, John Hawkwood, que era su nombre real. Venía del Condado de Essex, en Inglaterra.  Allí luchó por el rey Eduardo III en la Guerra de los Cien Años. Después fundó una banda de mercenarios, la Comunidad del Halcón Blanco, que se alineaba en defensa del estado que pagara mejor. En 1362 fue reclutado por el marqués de Monferrato y así llegó a Italia. También luchó por Pisa y Florencia, ganándose tanto favores como iras. Se enemistó con los Visconti y se ganó las simpatías de la República de Florencia, que le dio como residencia el castillo de Montecchio Vesponi , cerca de Arezzo. Nicolás Maquiavelo italianizó su nombre, Giovanni Acuto. Murió en Florencia en 1394, en cuya catedral fue enterrado con grandes honores, algo nada normal en la República. Puede ser que como era un mercenario, no sería un hombre que se levantara como señor de la ciudad. Más tarde, sus restos fueron trasladados por su hijo a su ciudad natal y, en su memoria, la ciudad de Florencia encargó a Paolo Uccello un retrato ecuestre del condottiero, quien lo realizó en 1436.

Mauruzi Nicolás de Tolentino, tiene una historia similar. Este sí era italiano, nació hacia 1350 en Tolentino. A diferencia de Hawkwood, que venía de familia de sastres, la suya sí era una familia de armas. En 1370, por desacuerdos familiares, huyó de su casa y desde entonces estuvo al servicio de varios soldados de fortuna. En 1407 se puso al servicio de Pandolfo Malatesta, señor de Fano y Cesena. En 1424 era capitán del ejército papal y en 1432 pasó a ser capitán de los ejércitos del Duque de Milán, pero siempre alternando sus servicios al ejército florentino. Después de varios éxitos fue nombrado Capitán General de la República de Florencia en 1431 y fue enviado, en nombre de una coalición de estados, en junio de 1432, a hacer frente a Francesco Sforza en el territorio de la Romaña , donde ganó la Batalla de San Romano. Como Giovanni Acuto, se ganó la ira de los Visconti, y estos le capturaron en 1434 y le tiraron por un barranco.  Murió sólo un año después a consecuencia de las heridas. También fue enterrado en la catedral de Florencia y para su tumba, la ciudad encargó a Andrea del Castagno también un retrato ecuestre, que hizo en 1456 y que «hace pareja» con el de Uccello.

Retrato ecuestre de Giovanni Acuto (1436) Paolo Uccello

Retrato ecuestre de Niccolò da Tolentino (1456) Andrea del Castagno

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